La historia de la destilación es realmente muy antigua‚ tanto así que ya los griegos conocían las técnicas para llevarla a cabo‚ incluso Aristóteles mencionaba la destilación de agua de mar para su desalación. Sin embargo fueron los árabes los primeros en destilar bebidas alcohólicas hacia el año 900 d.C. y quienes difundieron esta practica por Europa.
Cómo ya he mencionado otra veces en este blog, los primeros destilados perseguían fines medicinales y aparentemente su sabor no era muy agradable‚ por lo tanto cuando se comenzó a producir bebidas alcohólicas también comenzó la experimentación con hierbas y frutas para mejorar el sabor.
En 1800 Edouard Adam inventa el sistema de rectificación‚ que sigue utilizándose hasta el día de hoy‚ con el cual consiguió eliminar el mal gusto de los destilados‚ con el único inconveniente de que también eliminaba el sabor… A partir de entonces frutas‚ hierbas‚ raíces y semillas se utilizaron para sazonar los alcoholes obtenidos.
Diversidad de alcoholes
Si bien el objetivo principal de la destilación es obtener alcohol etílico‚ también llamado etanol; durante la misma se consiguen otros alcoholes como el propílico‚ butílico‚ amílico‚ caproíco‚ enantílico‚ etc. llamados alcoholes superiores o “de cola” ya que se obtienen al final del proceso de destilado.
A la vez‚ se obtienen otros compuestos como aldehídos y ésteres‚ entre otros‚ que conforman la “cabeza” del destilado y se consiguen al principio de la destilación.
Un alcohol peligroso
El alcohol metílico‚ también conocido como metanol o “alcohol de quemar” se obtiene también en esa primera etapa denominada “cabeza” de destilación.
El metanol tiene olor y sabor similar al etanol (no hay que confundirlos por la similitud de sus nombres) sin embargo es tóxico y consumido en grandes cantidades puede producir ceguera y en algunos casos hasta la muerte. De hecho‚ el metanol es utilizado en diferentes industrias como solvente‚ anticongelante o combustible.
Cómo las cabezas alcanzan el punto de ebullición a menor temperatura que el “Corazón” (la parte del destilado que será nuestra bebida) es relativamente fácil separarlas y realizando una destilación a conciencia no hay riesgos para nuestra salud.
Laura Decurnex – Sommelier
