Suelo cruzarme‚ bastante más seguido de lo que me gustaría‚ con (generalmente) señores que me dicen sin ningún tipo de fundamentos‚ que “El vino blanco no es vino” y mi pensamiento inicial es: Qué pena‚ usted se lo pierde… ó Más para mi!!… Pero en realidad me dan pena. Porque su subconsciente retrograda y machista les dice que sólo los vinos robustos‚ extremadamente intensos‚ de taninos duros‚ de esos que parece que te dan una piña cuando los tomas solos‚ sólo esos vinos son los que puede tomar un “verdadero” hombre-macho y así se pierden la riqueza y diversidad de los vinos blancos.
Los vinos blancos pueden presentar una amplia paleta de colores‚ que van desde el acerado‚ pasando por los amarillos verdosos‚ para llegar a los dorados con el paso del tiempo. También cuentan con diferentes perfiles‚ desde muy aromáticos hasta neutros. Más o menos ácidos. Secos‚ dulces y hasta licorosos. Jóvenes y frutados o con crianza y complejos. Tranquilos o espumantes… Lo que nos permite disfrutarlos en diferentes momentos‚ con gran cantidad de platos‚ solos‚ con dulces‚ como aperitivo o bajativo.
Entonces yo a usted le digo señor‚ el vino blanco también es vino‚ también es un fermentado de uvas aunque no tenga las mismas características de ese vino que usted acostumbra a beber y‚ al menos para mi‚ en la diversidad del mundo del vino radica su gracia. Usted se está perdiendo la mitad de la diversión!! Le repito‚ el vino blanco también es vino‚ tómelo‚ disfrutelo. Y si no‚ si aún así no logro hacerlo modificar un mínimo su pensamiento‚ ni siquiera hasta el punto de intentar darle una oportunidad a los vinos blancos… Entonces nuevamente para usted mi pensamiento.. Qué pena‚ usted se lo pierde…
Laura Decurnex
Sommelier
Mademoiselle Decurnex.!
Detalle de fineza en su escritura
y que hoy (casi) nadie conoce la diferencia :
– cuando los tomas solos‚ sólo esos vinos son. . .
Un simple «acentito» y las cosas quedan más claras.!
Van llegando los calores, a este Verano Porteño
(ventaja señor Piazzolla) y estoy apreciando más,
los vinos blancos y sobre ellos, la Torrontés es una
de mis preferidas, pero tampoco le niego un beso
a la Sauvignon Blanc, una Viognier, una Semillón. . .
La Chardonnay (Reina de las Blancas, leí una vez)
me resulta más difícil de apreciar; pero todo a su tiempo.!
Buena reseña, con un amable feminismo,
pero sin falsos mohínes.!
Próxima vez, hablaremos -seguramente- de esos
raros-colores-rosados. . .
Muchas gracias; pase usted y sus lectores,
un muy buen fin de semana.!