El vino sodeado, y otras formas de quitar la sacralización del vino…

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Cuando comenzamos a aprender de vinos cometemos el gran error de volverlo un elemento sagrado; intocable… Y por ello cuando nos hablan de vino sodeado, sangrías o vinos calientes nuestra primera reacción es abrir muy grande los ojos y decirnos mentalmente que esa persona no debe saber nada de vinos.

Luego, con el paso del tiempo nos damos cuenta de que hay vinos para diferentes situaciones, simplemente porque nuestras situaciones diarias son distintas entre si. Unos días estamos felices y en compañía, otros no queremos ver a nadie…

Al fin comprendemos que si un día le queremos agregar soda o gaseosa al vino está bien; que si la idea es hacer algo rico para muchos un buen coctkail es la jarra de sangría o clericot; así como el vino caliente es una excelente compañía cuando aprieta el frío.

Lo importante es que tomemos vino, no importa como; de esa manera continuamos con una costumbre de culturas milenarias y beneficiamos a nuestra salud, mientras sostenemos una industria que cada año va presentando números rojos; en parte, porque el público joven no elige el vino por creerlo una bebida demasiado estructurada, ideal para los viejos… No dejes que nadie te diga como lo tenés que disfrutar. Bebamos vino! Pero, como siempre recomiendo: con responsabilidad y moderación.

Laura Decurnex – Sommelier

4 comentarios en «El vino sodeado, y otras formas de quitar la sacralización del vino…»

  1. Maravilloso artículo. Suscribo 100×100 a tus palabras. Lamentablemente uno tiende a sacralizar pensando que así colabora con el vino y en realidad es todo lo contrario. Salú!

  2. LAURA:
    No hay nada más refrescante que un vino tinto sencillo con soda !!
    También me anoto para la sangria -poquita azúcar para mí- y el clericot…

    No puedo más que coincidir contigo. Yo en mis cursos no paro de bajar el vino a la mesa diaria, al consumo sencillo, sin complicaciones…

    Linda nota !!

    Saludos. ROBERTO

    1. Gracias por tu comentario Roberto! Creo que si nosotros, docentes y comunicadores, seguimos por este rumbo podemos volver a poner una copa de vino todos los días en las mesas de todos. Saludos!!

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