Vale la pena comenzar mencionando que Bolivia no cuenta con la tradición de consumo de vino que si tiene Argentina, por ejemplo. La bebida más consumida en la totalidad del país de forma tradicional es la cerveza, siempre he pensado que como la comida boliviana en gran medida es picante, y si no es picante se le añade Llajua, (salsa elaborada con Locotos que son pequeños ajíes muy picantes y tomate) es lógico que la bebida más consumida sea la cerveza por su capacidad refrescante.
Este poco arraigo del vino en la mesa de los bolivianos es un factor que ha llevado a que la exigencia de calidad por parte del consumidor nacional se haya hecho esperar hasta hace al menos una década atrás.
Hoy se vive en todo el territorio nacional una etapa de descubrimiento, curiosidad y exigencia de parte del consumidor, las góndolas de los supermercados y tiendas especializadas están surtidas con gran cantidad de etiquetas argentinas y chilenas principalmente, por supuesto encontramos la oferta de las bodegas locales y también cada vez mayor oferta de vinos europeos o de regiones destacadas del Nuevo Mundo como son California y Sudáfrica.
Una leve aproximacion al viñedo boliviano
La variedad más implantada en los viñedos bolivianos es la Moscatel de Alejandría, de hecho es una variedad multipropósito, se produce, por ejemplo, para consumo en fresco, pasas y por supuesto vinos y también Singani (destilado nacional), sin embargo también hay presencia de cepas más tradicionales como en el resto de la región sudamericana.
En Tarija, región ubicada al Sur de territorio nacional, donde se agrupan los mayores productores del país y la mayor extensión de viñedos, podemos encontrar variedades de gran calidad vinícola como la Cabernet Sauvignon, Merlot, Chardonnay, Torrontés, Tannat, Syrah, Barbera y Malbec, entre otras.
Desde mi punto de vista se destacan por la calidad de los vinos obtenidos principalmente la Cabernet Sauvignon, Tannat, Syrah y por supuesto hay también muy buenos exponentes de la Moscatel de Alejandría, de hecho pienso que si Bolivia tuviera que elegir una cepa bandera para desarrollar y darla a conocer en el mundo, de la misma forma que lo ha hecho Chile con el Carménère o Uruguay con el Tannat, esta debería ser la variedad elegida desde el punto de vista de la identidad.
Tannat boliviano entre los mejores Tannat del Mundo
Son varios los vinos del país que han logrado reconocimientos internacionales en concursos, dando lugar a mi afirmación de que se está haciendo muy buen vino en Bolivia. El ejemplo más próximo es el vino Juan Cruz de Bodegas y Viñedos Aranjuez, un Tannat que se ha posicionado en el último concurso Tannat al Mundo llevado a cabo en la ciudad de Montevideo el pasado mes de septiembre.
En dicha competencia este vino ha obtenido Gran Oro ,el máximo galardon, (para asombro de muchos)
Laura Decurnex
Sommelier
*Nota publicada originalmente en la edición número 4 de la revista uruguaya Bebidas & Cia http://www.vinodeuruguay.tv/Revista.htm
