Mi nota anterior del blog trató sobre Maridajes de navidad para la cocina boliviana¸ pero como este año me toca cocinar a mi la cena va a ser típica argentina. Y mientras pienso en el menú recuerdo fiestas grandes donde se juntaba toda la familia: tíos‚ primos‚ abuelos‚ cuñados‚ hermanos‚ papás… y cada uno llevaba algo para compartir con todos‚ entonces terminábamos comiendo muuuuchas cosas distintas… El paraíso de los golosos.
ENTRADAS

Los primeros platos siempre estaban conformados por las empanadas fritas de carne de la tía‚ porque ella hacía las mejores‚ esas que incluían aceitunas verdes y huevo duro (sin pasas de uvas para mi) y las que había que comer con mucho cuidado porque eran muy jugosas y a la primer distracción terminabas con toda la ropa manchada… Para esas un Torrontés bien fragante y fresco va a ir muy bien (Te adoro Torrontés! Sabelo…). Seguramente también la prima‚ que apenas cocina‚ se animó a hacer un Vitel Toné‚ el único plato más complejo que una ensalada de lechuga y tomate que le sale rico; plato italiano que los argentinos tratamos como propio: peceto‚ crema de leche‚ mayonesa‚ mostaza‚ huevo duro‚ atún‚ anchoas y alcaparras. Qué mezcolanza… pero que rico! Vinos ligeros‚ como un rosado de Cabernet Sauvignon o un Bonarda joven‚ afrutado‚ serán una buena compañía.
PLATOS FRÍOS

El pollo al horno con bastante limón y orégano que hacía mamá tempranito‚ porque había muchas cosas que preparar antes de que lleguen los invitados‚ siempre era motivo de disgustos… era demasiado rico y nunca había patas suficientes para tantos sobrinos… Lo servíamos frío igual que su arrollado de matambre que jamás se le desarmaba; yo creo que lo ataba como si le estuviera ajustando el corsé a una princesa. Ambos seguramente iban a ser servidos juntos y acompañados por la ensalada rusa de la abuela. Un Merlot joven y versátil es mi opción.
SU MAJESTAD EL ASADO

Mientras la mujeres terminan de preparar ensaladas varias‚ poner la mesa‚ atender a los chicos (que coman primero‚ que no entramos todos) los hombres hacen rancho aparte junto al fuego…
Ahí son los reyes; o al menos hay un rey y que ningún vasallo-invitado se atreva a tocar la parrilla‚ si no…: “Qué?! Querés hacerlo vos?”…
Ellas ya se encargaron de llevarles algo para picar y tomar. Uno de los tíos se avivó de que había ensalada de frutas para el postre y con mi Torrontés se hizo un terrible Clericó. Es que al lado del fuego hace mucho calor‚ vio… Y al rato empiezan a desfilar morcillas‚ chinchulines‚ chorizos‚ riñoncitos‚ costilla y todo bicho que camina que fue a parar al asador… Malbec o Cabernet Sauvignon intensos‚ tánicos‚ con carácter; por que ellos también son los reyes.
Comimos demasiado; es imperativo bailar unas buenas chacareras y chamamés para una buena digestión y esperar a las 12 para el brindis…
Mientras un par se encarga de abrir y servir el espumante‚ los demás o comemos garrapiñadas y pan dulce o miramos el cielo con los chicos buscando estrellas fugaces… A los más peques les decimos que es el trineo de Papá Noel… 😉
Mientras un par se encarga de abrir y servir el espumante‚ los demás o comemos garrapiñadas y pan dulce o miramos el cielo con los chicos buscando estrellas fugaces… A los más peques les decimos que es el trineo de Papá Noel… 😉
Al final me parece que el mejor maridaje de todos es compartir‚ con quienes quieres y te quieren. Así que ese es mi deseo para ustedes; que tengan lindas fiestas acompañados de los suyos‚ que yo estoy en muy buena compañía.
Laura Decurnex – Sommelier