La nebbiolo es una variedad italiana. Sin embargo el origen exacto de esta antigua variedad no está del todo claro, puesto que se cree que es originaria del Piamonte, pero estudios de ADN insinúan que en realidad pudo haberse originado en Lombardía.
El nombre, nebbiolo, deriva de la palabra nebbia que en italiano significa niebla. Se cree que un fenómeno natural es el que ha inspirado su nombre puesto que los viñedos de esta cepa se encuentran en las Langhe, una zona de colinas ubicada al sur y al este del río Tanaro en el Piamonte italiano, que en la época de su cosecha, generalmente durante el mes de octubre, es cubierta por una intensa niebla.
Otra versión dice que se le ha dado este nombre porque, los racimos de nebbiolo cuando maduran suelen desarrollar una capa blanquecina que los recubre, como una niebla. Sin dudas se trata de una gran cantidad de pruina (capa cerosa de color blanquecino que cubre la uvas y permite que se adhieran las levaduras propias de los viñedos).
La nebbiolo tiene pocos sinónimos pero algunos de ellos son spanna, picutener y chiavennasca.
Forma parte de las cepas principales de las DOCG (Denominazione di Origine Controllata e Garantita) Barolo, Barbaresco, Roero, Gattinara y Ghemme.
Se trata de una variedad de ciclo largo (que tarda en alcanzar la madurez) por lo que se busca darle una buena exposición solar para que alcance a madurar completa y correctamente. Es muy sensible a la presencia de humedad, que si fuera abundante durante las etapas de la brotación o floración podría incluso provocar la caída del fruto (enfermedad conocida como coulure o corrimiento).
También es sensible a otras enfermedades criptogámicas (relacionadas con los hongos) como el oídio y a la podredumbre gris.
La nebbiolo prefiere los suelos con alta concentración de mármol calcáreo, como los que se ubican en la ribera derecha del río Tanaro, en el municipio italiano de Alba. En suelos arenosos también puede dar buenos vinos, pero pierde expresión aromática.
Por ser una variedad de difícil adaptación a las condiciones de suelos y climas no se encuentra muy extendida. De hecho, en el mismo Piamonte dónde da sus mejores vinos no ocupa más del 3-6% del total del viñedo. Aún así, se la puede encontrar en pequeñas plantaciones de California, Estados Unidos, Baja California en México, San Juan en Argentina y Victoria en Australia.
Los vinos de nebbiolo
Los vinos de nebbiolo suelen mostrar colores claros, en su juventud poseen abundantes taninos, sus aromas recuerdan al alquitrán y las rosas.
Son muy aptos para el envejecimiento y cuando lo hacen se vuelven más complejos y desarrollan aromas a piel de naranja, violetas, hierbas, cerezas, grosellas, trufas, tabaco y ciruelas pasa. En definitiva, son vinos a los que les sienta bien el paso del tiempo que logrará suavizar sus taninos y equilibrarlos.
Maridaje con nebbiolo
La gran estructura de los vinos de nebbiolo pide a gritos platos contundentes para acompañarlos. Carnes rojas y de caza, setas, estofados e incluso preparaciones que incluyan algo de picante como las all’arrabbiata serán muy buenas alternativas.
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Lau Malbec, una sommelier en Bolivia.
Lau Malbec, una sommelier en Bolivia.
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