La Petit Verdot es una cepa de maduración tardía, por ello en las regiones frías puede tener dificultades para alcanzar su correcta madurez y suele ser interpretada como una variedad «complicada», temperamental y de difícil cultivo; pero cuando tiene el suficiente sol y calor alcanza el punto óptimo de madurez y da vinos con niveles de calidad sobresalientes y gran capacidad de guarda.

Petit Verdot

El lugar de origen de la Petit Verdot es Francia y si bien no se sabe con exactitud se cree que nació en Burdeos; de todas maneras hoy la podemos encontrar también en España, Argentina, Bolivia, Chile, Uruguay, Estados Unidos, Australia y Nueva Zelanda, entre otros países.

En Burdeos habitualmente se la incorpora en cortes para aportar estructura y potencia a los vinos gracias a su coloración intensa, acidez y gran carga tánica que inconvenientemente pueden estar acompañados de un amargor indeseado y aromas vegetales pronunciados. Aunque gana algo de protagonismo en el Médoc, nunca será una estrella en Francia.

Sin embargo, es en lugares más cálidos y soleados como los viñedos americanos, por ejemplo, donde logra una completa madurez otorgando vinos muy coloreados de tonalidades violáceas intensas, aromas que recuerdan a las frutas rojas y negras, flores violetas y hierbas. En boca sus vinos suelen mostrarse con mucho cuerpo y estructura, equilibrados en acidez y de taninos dulces, con gran capacidad de guarda.

Maridajes con Petit Verdot

Los vinos varietales de Petit Verdot, más aún si se criaron en barricas de roble, requerirán de platos intensos y complejos para lograr las mejores armonías. Algunas buenas opciones serán el lomo a la Wellington al mejor estilo Gordon Ramsey, mechado de cordero o bondiola de cerdo braseada 🤤

Cepa Petit Verdot
Ph: Seven Fifty Daily

Lau Malbec, una sommelier en Bolivia.

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