El vino es el resultado de la fermentación alcohólica del mosto o jugo de uva.
Este proceso tiene lugar gracias a unos microorganismos, presentes de forma natural en el hollejo o piel de la uva, llamados levaduras, que transforman el azúcar contenido en el mosto en alcohol etílico y gas carbónico.
El consumo de vinos y su elaboración es una práctica milenaria sumamente arraigada, especialmente en la cultura europea, que fue dispersándose por el mundo gracias a una participación muy importante de la iglesia católica ya que en su búsqueda de expansión se llevo con ella el vino a todos los rincones del mundo donde iba por ser este un elemento fundamental para la misa, representando “la Sangre de Cristo”.
Sin embargo, también podríamos decir que el vino son momentos únicos e irrepetibles que atesoramos en el arcón de los recuerdos más entrañables. La primera cita con esa persona especial, el nacimiento de un hijo, graduaciones, aniversarios, etc. Por que al fin y al cabo el vino es alegría y nos acompaña en cada celebración. Depende de cada uno de nosotros el lugar y trascendencia que le queramos dar.
Para mi el vino es un estilo de vida, lo comunico e intento transmitir lo apasionante que puede ser conocerlo mejor, también disfruto estudiando, conociéndolo cada vez más a fondo; y lo que me lleva a continuar aprendiendo es la curiosidad ya que el mundo del vino es tan extenso que cada día te enseña algo nuevo, no hay forma de aburrirse. Es también para mi comunicación con gente maravillosa que así como yo lo adora y respeta. Me acompaña en mis momentos de ocio, con amigos o no.
Creo de todas formas que Lilly Bollinger, dueña de una de las más afamadas marcas de Champagne, describe de manera perfecta lo que quiero expresar –lo único que cambiaría es la palabra “Champagne” por “vino”- en una entrevista que le realizaron ella dijo:
“Sólo tomo Champagne cuando estoy feliz o cuando estoy triste. A veces lo tomo cuando estoy sola. Cuando tengo visitas lo considero obligatorio. Me entretengo con él cuando no tengo hambre y lo tomo si la tengo. En otras ocasiones nunca lo pruebo, a menos que tenga sed”
