Visita a la bodega boliviana Campos de Solana

Campos de Solana es una bodega establecida en el año 2000 en Tarija, la principal zona vitivinícola de Bolivia. Equipada con la más alta tecnología y de la mano de expertos profesionales ha logrado destacar en numerosos concursos internacionales por la alta calidad de sus productos.

Recientemente he visitado la bodega para conocer de primera mano las instalaciones, viñedos y procesos de los que se valen para lograr vinos y singanis sobresalientes que cada vez consiguen más adeptos en el mercado local e internacional y te cuento todos los detalles en este post.

Los viñedos de Campos de Solana

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Una de las primeras etapas de la visita consistió en un recorrido por los viñedos -dónde todo comienza- con la guía de Matias Gutierrez, Gerente agrícola de la firma.

Los cuidados de las cepas, seguimientos para comprobar su desarrollo en los diferentes suelos y alturas o el conocimiento de los suelos, sus características y como este influye en la calidad final de la fruta es fundamental para lograr vinos de la más alta calidad. Conscientes de ello, los viñedos cuentan con mallas antigranizo, riego por goteo y hasta una estación meteorológica propia que les permite conocer los niveles de humedad, temperatura y pluviometría para actuar en consecuencia.

Cada uno de los suelos de las fincas está estudiado y cómo muestra de ello tienen abierta una calicata (excavación que permite conocer la composición y naturaleza del suelo) dónde se puede observar la presencia de un suelo franco y franco arcilloso con piedras a partir de los 1,7 metros de profundidad lo que permite que las raíces de la planta crezcan lo suficiente como para adaptarse mejor a la climatología de cada año sin mostrar grandes variaciones en la calidad de la uva pero en ningún momento se pierda la posibilidad de controlar la capacidad de absorción de agua.

Cuanto más control se pueda tener sobre la cantidad de agua que reciben las plantas más posibilidad hay de obtener una uva con mayor concentración de aromas, sabores y colores. Cada año antes de la vendimia todos los racimos que no han alcanzado la correcta maduración son descartados en el mismo viñedo, de esta manera se aseguran de contar únicamente con la mejor uva para vinificar.

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En un principio los viñedos estaban plantados principalmente con las variedades Moscatel de Alejandría y algunas otras, sin embargo en los últimos 5 años se ha realizado una importante reconversión. Hoy se encuentran plantas de Petit Verdot, Marselán, Caladoc, Syrah o Ancellotta, cada una de ellas ha sido seleccionada por la calidad de vino que ofrece luego de años de investigación y pruebas de cultivo y vinificación.

La bodega Campos de Solana

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La visita a la bodega estuvo guiada por Nelson Sfarcich, Enólogo principal y por lo que a mi respecta responsable de la magia que allí sucede. Toda la bodega está equipada con la última tecnología; cuenta con control computarizado, laboratorio, sala de embotellado, etc. y tiene una capacidad de producción de 1,3 millones de litros de vino al año.

Además de comentarme los diferentes procedimientos que se realizan para la obtención de los vinos me contó de los importantísimos trabajos de investigación y experimentación mediante microvinificaciones. Cada año Nelson hace nuevas pruebas de elaboración con distintas variedades de uva, levaduras, con estacionamiento o no en barricas, entre otros. En este punto considero este trabajo fundamental para la continua evolución en calidad de los vinos (de esta manera nació por ejemplo el Trivarietal blanco de la bodega, un vino que en su momento me presentaron como un «capricho del enólogo» y que me encanta por su expresión y complejidad).

Continuando con el tour Nelson también me adelantó que está trabajando en un varietal de Moscatel de Alejandría, cosa que celebro grandemente por tratarse de la cepa más implantada en el país y que merece el reconocimiento de los enólogos por dar, además, vinos de gran calidad. Pero aún quedaba una sorpresa para mí y con mucho entusiasmo me presentaron un flamante huevo de concreto traído directamente desde Mendoza y en el cuál Nelson trabajará sus vinos blancos para brindarles un perfil más sápido, más expresivo y más graso. Por último visitamos la sala de barricas que cuenta con 500 barricas, el lote más grande de Bolivia.

El singani Casa Real

La empresa produce además singani bajo la marca Casa Real, Jorge Furio es su Maestro destilador y responsable por los 7,5 millones de litros de destilado que producen anualmente.

Jorge trabaja a partir de excelentes vinos de Moscatel de Alejandría que posteriormente son doblemente destilados en alambiques franceses, de la región de Cognac y siguiendo técnicas ancestrales adaptadas a las características de las regiones de altura consigue un destilado que a pesar de contener un 40% de volumen alcohólico se comporta muy delicado en nariz y boca dando paso a los aromas más agradables de uvas blancas y flores propios de la Moscatel.

Para cerrar el tour singanero me preparó un chuflay de primera mano, una genialidad.

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Las visitas

Vos también podes conocer la bodega Campos de Solana de primera mano y disfrutar de sus vinos ya que cuentan con diferentes paquetes. Los horarios son de lunes a viernes de 09:00 a 11:00 y de 13:00 a 16:00. Los sábados de 09:00 a 11:00.

Reservas: visitas@camposdesolana.com

Lau Malbec, una sommelier en Bolivia.

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